Ibra, un chico marroquí residente en España, espera sus papeles pero lo que recibe es algo totalmente diferente, una carta de deportación.
Cuando se entera, recoge sus cosas y se escapa del centro donde vivía.
Rafa va a buscarlo, no lo encuentra y da la voz de alarma al guardia del centro.
Ibra ha sido reclutado por un narcotraficante que le da cobijo en su piso a cambio de que trabaje con el. El narcotraficante vive con varios jóvenes árabes y con su hermano con parálisis cerebral.
Rafa se pasa toda la semana buscándolo. Cuando va a comprar droga con un amigo, se encuentra a Ibra vendiéndola. Llega la Policia y los dos se van corriendo.
Rafa esconde a Ibra en el local de sus amigos, y los descubren apunto de besarse. Después se lo lleva a casa, donde finalmente se besan en el baño.
Al día siguiente, no tienen donde esconderse para que no deporten a Ibra, así que van a una estación de tren a dormir. A media noche aparece el narcotraficante con su hermano en brazos. Quiere montarse en un tren como polizón para huir a Francia.
Ibra ayuda a su ex-jefe a montar al tren pero él se queda para despedirse de Rafa. Le quita la mitad del amuleto de la amistad que le regaló y se lo queda.
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